Cereal de la especie Triticum turgidum dicoccum. Al igual que la espelta y el carraón, pertenece al grupo de los denominados trigos vestidos, por estar sus granos (más pequeños que los de trigos modernos) envueltos en una cascarilla dura. Es rico en proteínas, fibra y antioxidantes, y tiene un contenido bajo en gluten. Su harina se utiliza para elaborar pan, que tiene un sabor a frutos secos y a tostado más intenso que el pan de trigo. También se elaboran pastas o galletas, tortitas y papillas. Esta especie es tetraploide y constituyó el principal cultivo del hombre desde el Neolítico hasta la época romana. Su producción se ha seguido manteniendo en algunos países europeos, especialmente en Italia, en donde muchos platos del recetario tradicional, como la zuppa di farro, lo incluyen como ingrediente fundamental.