Guiso tradicional que se prepara con diversas carnes y embutidos, verduras y legumbres, como pueden ser una punta o un hueso de jamón, pollo, chorizo, morcilla, judías verdes, garbanzos y patatas. Para elaborarlo, se cuecen todos los ingredientes en una olla, en el orden que requiera su punto de cocción: primero las carnes, luego las legumbres y, finalmente, las verduras. La carne pierde así parte de su sabor para prestárselo al caldo. Se puede presentar como plato único o en varios vuelcos, dependiendo de la región. Si se sirve en varios vuelcos, se presenta por un lado el caldo con fideos o pan migado y, por otro, los demás ingredientes. Existen incontables variedades: madrileño, andaluz, castellano, lebaniego o montañés, entre otros muchos. En todos los casos es de un gran aporte calórico y típico de la estación invernal.