Por Pilar Carrizosa, autora de Jamón, jamón
En aras de su propósito de amplificar y diferenciar los productos del turismo nacional, así como de poner en valor turístico nuevos recursos, la Secretaría General de Turismo de España ha impulsado la ruta del jamón ibérico, que lleva al viajero a descubrir la geografía de este producto tan nuestro, a la vez que contribuye al desarrollo sostenible de las áreas rurales en las que la dehesa es parte esencial del ecosistema.
El conjunto de la ruta es un singular proyecto de hospitality basado en un concepto fundamental: cómo mostrar un lugar de calidad a un turista de calidad que ame este tipo de experiencias, teniendo como premisa que la excelencia de estas tierras es, sin duda alguna, uno de los lujos de España.
En estas tierras singulares, alejadas del asfalto y los ruidos de las grandes ciudades, el tópico de pronto se repite y toma vida (pero es que es cierto): la vida transcurre en cámara lenta, momento a momento. Este es un tipo de turismo para recrearse, sin prisas, perderse y disfrutar.
Cuando un viajero decide realizar la ruta o un tramo de ella (que conduce por las zonas donde se cría el mejor jamón del planeta), entrará en comunicación con un entorno muy mágico y pintoresco. Se sumergirá en un peculiar mundo verde y ocre, marrón y blanco, y descubrirá una España costumbrista y única, que lo transportará hacia un universo del paladar y el emboque, de aromas y colores que solo se pueden explicar transitando por el entorno que los alberga: la dehesa.
En este sentido, hay que destacar las demarcaciones de las cuatro denominaciones de origen protegidas de jamón ibérico existentes en el país: Guijuelo, Dehesa de Extremadura, Jamón de Huelva y Los Pedroches.

Y toda la ruta está ahí. Seguir esta senda gastronómica constituye una forma diferente de hacer turismo, porque cada región acicala al cerdo a su manera.
Los establecimientos adheridos a la ruta permitirán al turista descubrir la cultura del jamón ibérico de las dehesas de España, disfrutando de paseos y actividades en fincas de distintas dehesas, donde podrán observar cómo se cría y alimenta el cerdo ibérico en medio de un paisaje natural de gran belleza.
Podrá visitar, además, los secaderos, donde tendrá la oportunidad de conocer todo el ciclo de producción del jamón ibérico y donde podrán degustar este preciado producto, participando en actividades y experiencias turísticas en torno a él, como cursos de corte de jamón y catas maridadas, entre otras.
Y por supuesto, el viajero también tendrá a su alcance la amplia carta de sabores que ofrecen los restaurantes de la ruta a través de productos locales y derivados del cerdo ibérico, y del disfrute de atractivas propuestas sensoriales que ofrecen los alojamientos adheridos. Practicar “jamón-turismo” es la idea.
Lo que el visitante captará en su peregrinar turístico será la recopilación del ambiente íntimo de callejuelas y plazas de pequeños pueblos. Rincones urbanos poco conocidos que conviven sobre una acuarela agreste que arroja un plus: una mesa, como dicen algunos, con un alto sentir cum laudedel pata negra para vivir la experiencia.
Un paseo por la ruta del jamón ibérico
En España destacan tres zonas donde se produce jamón ibérico con denominación de origen: Salamanca, Extremadura y Andalucía. De norte a sur, de áreas discurre por:
- Salamanca: Guijuelo, Ledrada, Villar de Gallimazo, Frades de la Sierra y Campillo de Salvatierra.
- Extremadura: la nueva ruta unificada del jamón ibérico Dehesa de Extremadura está compuesta por 61 localidades, entre ellas Cáceres (El Piornal y Montánchez), y Badajoz (sierra sur), con Jerez de los Caballeros, Zafra, Fuente de Cantos, Llerena, Calera de León, Monesterio, Cabeza la Vaca, Segura de León, Fregenal de la Sierra, Higuera la Real y Oliva de la Frontera.
- Andalucía: Huelva (DOP Jabugo, Cortegana, Corteconcepción, El Repilado y Los Romeros), Córdoba y Sevilla (DOP Los Pedroches y Constantina) y Málaga (Ronda y Benaoján).
En posteriores artículos, mostraremos en detalle cada una de estas zonas que constituyen la ruta del jamón ibérico.