Por: Pilar Plans, autora de Somos lo que comemos y 55 verdades sobre lo que comes.
Ya hemos escuchado que es muy importante incorporar a la dieta alimentos ricos en antioxidantes para tratar de aumentar los niveles de defensa celular frente al desgaste y envejecimiento natural de los tejidos. Pero… ¿cómo actúan estas sustancias en el organismo?
La energía que el organismo de un ser vivo necesita para realizar cualquier proceso metabólico la obtiene de las constantes reacciones químicas que efectúan sus células. Entre las más importantes se encuentran las de oxidación, que intervienen en procesos biológicos básicos e imprescindibles, garantizando la funcionalidad celular como base del metabolismo.
Ahora bien, las reacciones de oxidación biológica en general culminan con la producción de radicales libres, y cuando se produce una sobrecarga de estos en el organismo, se causa daño a las células, provocando su envejecimiento y posterior destrucción. En la actualidad se ha relacionado el exceso y sobrecarga de estos radicales libres con el riesgo de sufrir algunos tipos de enfermedades.
Y al igual que se ha comprobado que hay ciertos factores que van asociados y pueden favorecer la formación de los radicales libres, como son el tabaco, las situaciones de estrés, el exceso de ejercicio o alcohol; también existen sustancias antioxidantes que actúan protegiendo a las células de la oxidación y del envejecimiento. Para poder entender mejor en qué consisten, es necesario conocer antes el mecanismo químico de la oxidación y la formación de los radicales libres.
Las reacciones redox
Es una reacción química denominada oxidación-reducción o redox. Las reacciones redox se podrían definir como el resultado de una transferencia de electrones. Se dice que es una transferencia de electrones porque cuando una molécula pierde un electrón (se oxida) siempre hay otra que lo gana (se reduce).
Para que tenga lugar una oxidación ha de haber una reducción. En la oxidación se pierden electrones y en la reducción se ganan. Esta transferencia de electrones da origen a la formación de radicales libres, moléculas que poseen un electrón solo y sin pareja en su órbita más externa. Son muy activas y se comportan como agentes oxidantes, tratando de ganar el electrón que les falta de otra molécula, dejando esta a su vez con radicales libres, y así sucesivamente, de forma encadenada, van dañando y provocando el envejecimiento celular.
¿Cómo actúa el antioxidante?
Precisamente la función de las sustancias antioxidantes es ayudar a prevenir o retrasar la oxidación celular. ¿Cómo? Captando estos radicales libres y neutralizándolos. De este modo, colaboran en la reducción del riesgo de padecer enfermedades degenerativas como el alzhéimer, protegen el sistema cardiovascular e inmunitario y ayudan al normal funcionamiento metabólico celular. Y lo más importante, previenen en envejecimiento celular y, por ende, el de todo el organismo.
¿Qué alimentos contienen sustancias antioxidantes?
Los antioxidantes exógenos son los que se absorben a través de los alimentos. Entre ellos destacan los betacarotenos, flavonoides, licopenos, vitaminas E, A y C, cobre, zinc, selenio y glutatión.
Hay una gran variedad de alimentos (frutas, hortalizas, frutos secos…) que son fuente de sustancias antioxidantes. Estos son algunos ejemplos:
- Los kiwis, las ciruelas, las uvas, los ajos, la cebolla y el té verde contienen flavonoides.
- Las zanahorias, tomates, naranjas, calabazas, espinacas y lechugas contienen betacarotenos precursores de la vitamina A. (El antioxidante que contienen los tomates es un caroteno llamado licopeno, que es el responsable de su color rojo).
- Los aguacates, los espárragos, los frutos secos, el germen de trigo, los cereales, el aceite de girasol y el de oliva son ricos en vitamina E.
- El brócoli, el ajo y las espinacas contienen glutatión (péptido).
- Las naranjas, los limones, los pomelos, los kiwis, las fresas, los arándanos, el zumo de uva tinta, las grosellas negras, las coles de Bruselas y las espinacas son ricos en vitamina C (ácido ascórbico).
- Los frutos secos, la soja, la levadura de cerveza, el girasol, el apio, los higos y las berenjenas son alimentos ricos en cobre, zinc y selenio.